Desde el Aspe

martes, 1 de enero de 2013

Riglos - El Zulú Demente

No se como empezar esta entrada, ya que un cúmulo de sensaciones revolotean aun en mi cabeza y no me dejan dar un enfoque concreto a lo que quiero contar. Tenia muchas ganas de medirme en la Zulú y tras varios intentos fallidos, por una u otra razón, al fin se me presento la oportunidad de realizarla y de paso poner la guinda a un año que, a lo que nos ocupa se refiere, ha resultado muy gratificante, con sus buenos y malos momentos pero siempre sumando experiencias que te hacen ser un poco mejor y disfrutar mas de lo que haces. Es bueno ponerse metas mas dificiles de cuando en vez para darte cuenta de que en este deporte la progresión es eso, progresión, y que las metas irán llegando a su debido tiempo y no cuando tu lo decidas. La roca le pone a cada uno en su sitio.


 
Que decir de esta vía que no se haya dicho y escrito ya, que es una pasada, 250 mts de los cuales 150 son en progresivo desplome sobre cantos y mas cantos, unos mejores, otros peores pero siempre hay algo, y para que no llegues muy fresco y te resulte muy fácil, te sacan al picador en los cien primeros metros de panzas y mas panzas rigleras. El primero de ellos sensiblemente mas duro que el segundo, paso jodido de entrada a la vía y otro de su estilo a mitad de largo para que llegues bien calentito y con los antebrazos compactos a la primera R. El siguiente, hasta la entosta, del estilo pero mas llevadero. Bien protegidos ambos.


Primeros metros.
Segundo y cogiendo altura.
Ya estas en la repisa y comienza la fiesta. La vista, ya desde abajo es espectacular, pero no se llega a apreciar que desde el primer metro la cosa empieza a desplomar, es cuando te metes cuando descubres que los pies tienen tendencia a quedar en el aire, y los bailas en un alarde de fuerza que no te resistes a demostrar en algún paso.
Primer parabolt alto, quedando bastante expuesto a pesar de no ser dificiles los primeros metros. El resto bien asegurado para ser Riglos, con algún alejíllo en algún caso como la llegada a la C donde el canto se hace mas pequeño y queda un paso un tanto obligadillo. La travesía de izquierda a derecha con buena repisa de manos y pies a buscar un poco mas arriba, un poco mas abajo y con mucho ambiente. Y como ya llevas un montón de metros, a aguantar de brazos que no hay caerse que es travesía y el penduleo puede ser largo. Puro disfrute.


Un mar de bolos...


Travesía de llegada a la R3.
Reunión colgada y a por el cuarto, este me tocaba a mi, pero donde antes los paraboles se veían medio cerca, curiosamente ahora no lo estaban tanto, y mis hasta ahora musculados brazos parecían no ser lo tanto y ya no me quedaba nada energético que comer yyy vete tu que a mi me da la risa vamos. Tampoco me hizo falta insistir a un sobrado Potro de Atarrabia, todo hay que decirlo.
El largo? Una pasada, decir que mantenido sobra, mar de bolos con paso mas delicado en el doble buril y otro un poco mas arriba, el resto es aguantar de brazos durante unos cincuenta metros y disfrutar.


 


Otra colgada reunión sirve de salida del ultimo y mas difícil largo de la vía, común también con la Directa. Si hasta aquí desplomaba lo que queda ni te cuento. Los quince + ó - primeros metros hasta la buitrera, donde existe otra reunión, se dejan hacer bien, solo complicado por el paso de llegada a la misma, que además esta pulido. Es aquí donde comienza lo complicado del quinto, bidedo lateral para levantarse o escaqueo por la izda con canto pero un tanto desplazado del chape, y es aquí donde descubro que mis brazos no son lo que eran cuatro horas antes, consigo llegar a la cinta pero hay que escalar entre seguros y el agotamiento ha llegado a su grado máximo, así, derrepente. Me voy y lógicamente me quedo en la nada, a mas de doscientos metros del suelo, pero eso es lo de menos en ese momento. Como soy muy bueno y a mi no me va a pasar, no llevo nada, ni un miserable cordino si quiera. Suerte que una cordada vizcaína que nos predecía salio al rescate y entre San Mamés y San Andrés me sacaron de la situación. El resto hasta el final, fue un calvario de vació de brazos y moral y dignidad tocadas de muerte, mas caídas salvadas con penduleos impulsados con las piernas, mientras recuperaba una brizna de mi inexistentes fuerzas para poder progresar hasta la siguiente cinta, fueron una constante hasta el ansiado final.


Entrada del largo.


En el paso para entrar en la buitrera.
Dos lecciones en una, Manolete, si no sabes torear pà que te metes y otra que nunca tenia que haber pasado, siempre hay que llevar un salvavidas del pelo que sea. Podría poner excusas para todo e incluso alguna cierta, pero no lo voy a hacer.
Una vía cinco estrellas pero de una categoría superior, hay que estar fuerte para salir medio bien del ultimo largo, aunque se acere hay que escalar entre chapas y algún paso al final es obligado, ¿6b? pues igual, pero con la zurrada anterior se puede convertir en otra cosa. Cuando sea mayor volveré, casi seguro. Gracias a los amables y pacientes rescatadores y a Jose Luis, por supuesto por soportar mi incompetencia y tener ganas aun de animarme antes, durante e incluso después.

Jose Luis / Oscar.