Tras una tarde de escalada deportiva en Etxauri ( si, el jueves se pudo escalar ) donde recordamos el tacto de la roca caliza, el sábado nos volvimos a acercar a Riglos, buscando, esta vez si, el buen tiempo, o por lo menos alejarnos de la lluvia. Llover no hizo, pero frió, aunque soportable, si, ya que el sol apenas hizo acto de presencia.

La idea inicial para el día era otra clásica riglera, la Zulú, lo cual había provocado que el viaje de ida fuera poco locuaz por parte de algunos componentes del mismo, sobra decir por que. Toda angustia previa fue en vano. Tras unos minutos de espera hasta que el termómetro alcanzara los cinco grados positivos ( condición previa pactada ), nos acercamos hasta la base de la visera y pudimos comprobar que, como era de imaginar visto el color negro oscuro de las canales de los mallos, había llovido y mucho e incluso aun corría el agua por algunos de los canales altos de los mallos. Los dos primeros largos de la Zulú estaban muy mojados y había que cambiar de objetivo.
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Vista de la Visera chorreando agua |
Irene y la paz en el cercano Mallo Frechin fue la propuesta. Los "mikeles" ya la conocían, habían estado recientemente, y aunque como toda vía nueva y mas aquí, había que andar con cuidado en algún tramo de roca suelta, en general les había gustado y nos decidimos por hacerla.
Son seis largos bien equipados, con anillas en las reuniones, osea se puede rapelar, aunque nosotros bajamos andando. Reuniones muy cómodas y trazado bastante directo en general, con lo que con dos o tres cintas largas bastaría. Su generoso equipamiento hace que sea una vía poco obligada en sus pasos mas dificiles, 5+ ó 6a A0.
Pensamos que pudo ser por la abundante lluvia caída, lo que sumado a sus pocas repeticiones, ya que es practicamente nueva, lo que hizo que pasáramos bastante miedo sobre todo en sus cuatro primeros largos. Saneamos bastante la vía a cambio de alguna caída sin consecuencias.
Quizás sea el primer largo el que mas tarde en limpiarse, bastante roto todo el, y sin duda el mas fácil en cuanto a escalada se refiere, busca una fisura que te deja encima de una entosta que sirve de primera reunión.
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Mikel M. en el primer largo. |
El segundo es quizás el mas duro de todos. El tercer "chape" se hace complicado y la repisa esta todavía cerca. Luego continuas salvando panzas que se hacen exigentes aunque, repito, no son obligadas.
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Salida del segundo |
El tercero es el menos vertical, en el, vas salvando una serie de terrazas con líquenes hasta la tercera R. Facilón.
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Pierre terminando un largo |
El cuarto tiene concentrada la dificultad en un paso, una panza final con un parabolt alto, pero que si la genética te ha hecho así se llega bien y si no, pues ya sabes, toca subir mucho pies, chapar y salvese quien pueda... Hasta llegar ahí se aprieta pero se hace bien, o se hacia, por que algunos cantos ya no están, doy fe de ello.
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Vista del cuarto con su panza final. |
Quinto y sexto nos parecieron los mejores. La roca mejora mucho y eso da confianza. Son largos verticales y mantenidos pero con buen canto y de escalada disfrutona, sobre todo el sexto, que además es seguramente el mas largo de toda la vía. La dificultad a nuestro parecer no pasa en ambos del 6a+. Muy bonitos.
Luego una trepada de IV y ya estas arriba.
Bueno pues lo dicho, se tiene que limpiar sobre todo en sus primeros tramos, pero es una vía que por su grado asequible en general y por su equipamiento deportivo, creemos se convertirá con el tiempo en una clásica de Riglos. Gracias a sus equipadores por el trabajo que realizan para que otros lo disfrutemos y además critiquemos.
Mikel M. / Mikel P. / Pierre / Oscar.