Margalef

Había ganas de salir este puente del primero de Mayo a algún sitio y el clima tan revuelto ultimamente, nos obligaba a tener que buscar sitios tirando hacia el sur-este de la península. Las predicciones no eran del todo buenas, pero ya se sabe, el que no arriesga... Y nos fuimos a pasar un par de días a Margalef, lugar que no conocíamos y del que teníamos buenas referencias. Parte de la expedición se alojó en su acogedora furgoneta y el resto en el albergue del pueblo, El Racó de la Finestra, de nueva construcción y que sustituye al antiguo refugio, que por cierto sigue señalizado con carteles indicadores a la entrada del pueblo y en su fachada, con lo que siguen recibiendo la visita de despistados visitantes como nosotros. Agradable lugar y trato, buenos desayunos y cenas, muy recomendable.

Como estaba previsto y anunciado, el Lunes tras una fuerte borrasca nocturna, amaneció lloviendo y con una temperatura no muy agradable, así que había que poner en practica el plan B, paseo por sus alrededores, que también merecen una visita.

El sitio es muy bonito, un barranco formado por el río Monsant con multitud de paredes de roca conglomerado que van formando terrazas y todo rodeado por un espeso bosque mediterraneo.

Conseguimos refugiarnos de la lluvia en la que creemos era la Cova de la Taberna, según indica la guia de escalada, que adquirimos en el albergue, y que encontramos por casualidad en nuestro paseo.

Mikel M. quitando el "mono"

Ya por la tarde el tiempo, también sobre lo previsto, mejoro e incluso llego a salir el sol en algún momento. Había ganas de escalar y nos acercamos a uno de los muchos sectores con los que cuenta la escuela. Basicamente esta dividida en dos zonas muy diferencias, la que se forma alrededor del pantano y otra mas alta cerca de la ermita de Sant Salvador. Y fue esta la que primero visitamos.

Elegimos el sector Camí de l'ermita, veintidós vías entre el 5+ y el 7b muy bonitas y bien equipadas casi todas ellas, salvo algún paso un poco expo que encontramos en un par de ellas. Buen sector del que disfrutamos toda la tarde casi en soledad (no sabíamos lo que nos esperaba).

 Mikel M. probando un 6c. Oscar a su izda.

Buena calidad de roca de bidedos y tridedos aun con agua muchos de ellos, pero que tomamos como mal menor. Un tipo de escalada agradecido, con buenos pies y donde no faltan agarres de manos... o de dedos...

Sandra con mucho estilo.

Mikel P. subiendo com un tiro.

El siguiente día amaneció soleado como esperábamos y con el sector decidido la noche anterior mientras dábamos cuenta de una paella montañesa que nos había preparado Jordi, el guarda del albergue. Que mejor manera...
Inma y Susana se decantaron por una ruta de cuatro horas por el barranco y nosotros por el sector Can Regina en la zona del pantano. Una aproximacion preciosa por senderos cerca del rió y de no mas de quince minutos.
Tontos seriamos si no nos hubiéramos dado cuenta de que la zona estaba llena de escaladores, los parkings llenos, el albergue también, en fin, que era de esperar, pero siempre esta el beneficio de la duda ¿no?
Buen sector de sextos con algunas vías muy buenas y mejor equipado aun, si puede ser, que el del día anterior, pero eso si, gente, mucha gente. Se llego a un punto en el que practicamente no había nada libre que escalar en un sector de dieciocho vías. Y nos quejamos de lo que tenemos en casa...

Y con eso terminamos la jornada, que la vuelta es larga y mañana es día de escuela. Nos lo hemos pasado muy bien (éxito de convivencia, je je) y el sitio nos ha encantado, así que volveremos pero intentaremos sea fuera de puentes y demás festivos, que el sitio lo merece y mucho.



Mikel M. / Susana / Mikel P. / Sandra / Inma / Oscar.